Las prácticas seguras están diseñadas para garantizar que los pacientes reciban el mejor cuidado posible en un ambiente seguro y libre de riesgos innecesarios. Estas prácticas son fundamentales para mejorar la calidad del cuidado médico y garantizar la seguridad del paciente.

​

a. Asegura tu correcta identificación durante los procesos de atención:

Nombre completo: es importante que digas tu nombre completo tal como aparece en tu documento de identidad oficial.

Número de identificación: el número de identificación que te han dado debe ser compartido y verificado correctamente.

Fecha de nacimiento: la fecha de nacimiento es importante para asegurar que es la persona correcta, ya que puede haber varias personas con el mismo nombre.

Firma el registro: en algunos casos, se te puede pedir que firmes como parte de tu identificación.

Proporciona información de contacto actualizada: es clave que compartas información actualizada de contacto, como tu dirección y número de teléfono.

Historial médico: el historial médico puede ser una herramienta fundamental para verificar tu identidad, pues contiene información detallada sobre tu estado de salud y tratamiento previo.

Identifica a tu cuidador: En caso de que no puedas proporcionar tu propia identificación, se puede requerir la identificación de tu cuidador.

 

Recuerda que es importante verificar tu identificación en cada etapa del proceso de atención en la institución para garantizar la seguridad y calidad del cuidado en salud que recibes. 

​

b. Prevención de infecciones asociadas a la atención en salud:

• Lávate las manos con frecuencia, especialmente, antes de

       comer o después de ir al baño.

• Cúbrete la boca y nariz al toser o estornudar.

• Pregunta al personal de salud si se han lavado las manos

       antes de realizar algún procedimiento.

• Asegúrate de que el personal de salud use guantes, batas

       y máscaras si es necesario.

 

c. Prevención de caídas durante la estancia hospitalaria:

• Utiliza el timbre para pedir ayuda al levantarte de la cama.

• Pide ayuda al personal de salud si sientes mareos o debilidad.

• Si eres mayor de 65 años, presentas alguna discapacidad o

       cuentas con manilla de identificación de riesgo de caídas, debes

       permanecer siempre con un acompañante mayor de 18 años. 

• Informa al personal de salud si encuentran áreas de riesgo sin

       antideslizantes en pisos, baños sin soportes, duchas y camas sin

       barandas, también en áreas de circulación con obstáculos,

       iluminación inadecuada, derrames o pisos mojados y sin señalizar.

 

d. Cuidado de la piel mientras estás en cama

• Cambia de posición con frecuencia, especialmente, si estás en cama durante mucho tiempo.

• Asegúrate de que el colchón y las sábanas sean cómodas y no causen presión en ninguna parte del cuerpo.

• Pregunta al personal de salud sobre los cuidados de la piel y las técnicas de alivio de la presión.

 

e. Preparación para una cirugía segura

• Confirma con el personal de salud el tipo de procedimiento quirúrgico que te van a realizar.

• Asegúrate de que la parte del cuerpo a operar esté correctamente identificada antes de la cirugía.

• Valida antes de la cirugía que te marquen el sitio correcto a operar.

• Pregunta al personal de salud sobre las medidas de seguridad que se toman durante la cirugía para evitar errores.

 

f. Participación activa del paciente en el autocuidado

La participación activa del paciente en su propio autocuidado es una parte importante de la atención durante su estancia en  la institución. Aquí te brindamos algunas actividades que pueden ayudarte a participar más activamente en tu cuidado:

​

Comunica tus necesidades y preocupaciones: es importante que sientas comodidad para hablar con el personal de salud y expresar tus necesidades, preocupaciones y preguntas.

Haz preguntas: sobre tu tratamiento, diagnóstico y procedimientos. Debes estar informado y consciente de los riesgos y beneficios de las opciones de tratamiento.

Toma decisiones informadas: tienes  derecho de tomar decisiones informadas sobre tu tratamiento y cuidado. Debes tener acceso a la información necesaria para poder hacerlo.

Proporciona información precisa: debes proporcionar información precisa y completa sobre tu historial médico, alergias, medicamentos y otros aspectos relevantes para tu cuidado.

Autogestión del cuidado: Debes estar empoderado para tomar un rol activo en tu propio autocuidado, lo que implica responsabilizarte de tu propia salud y cumplir con las recomendaciones del equipo de atención médica. Esto puede incluir tomar medicamentos según lo prescrito, hacer cambios en el estilo de vida y seguir las recomendaciones en el hogar.