Julio 27, día Mundial contra el Cáncer de Cabeza y Cuello: detectar a tiempo también salva vidas

Cáncer cabeza y cuello

Cada 27 de julio se conmemora el Día Mundial contra el Cáncer de Cabeza y Cuello, una oportunidad clave para visibilizar esta enfermedad que, detectada a tiempo, puede ser tratada con éxito.

¿Qué es el cáncer de cabeza y cuello?

El cáncer de cabeza y cuello agrupa varios tipos de tumores que afectan estructuras vitales como la boca, faringe, laringe, senos paranasales, glándulas salivales y otras zonas cercanas. Aunque no es de los más comunes, su impacto en funciones básicas como hablar, respirar o comer, lo convierte en una enfermedad de gran complejidad médica.

Este tipo de cáncer se desarrolla principalmente en el revestimiento interno de la boca, garganta o nariz. Se considera un cáncer agresivo, que suele estar asociado a hábitos de riesgo como el consumo de tabaco y alcohol, pero también a infecciones por virus como el VPH (virus del papiloma humano).

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¿Qué tan frecuente es en Colombia?

Conocer la incidencia en nuestro país ayuda a entender la importancia de la prevención y la atención médica temprana.

Según el Instituto Nacional de Cancerología, en Colombia se diagnostican cerca de 2.300 casos nuevos de cáncer de cabeza y cuello cada año, siendo más común en hombres mayores de 50 años. Sin embargo, con el aumento de infecciones por VPH, se ha evidenciado un crecimiento de casos en personas más jóvenes.

¿Cuáles son los síntomas?

Una de las razones por las que el cáncer de cabeza y cuello suele diagnosticarse en etapas avanzadas es porque muchos de sus síntomas se confunden con molestias comunes, como una simple infección de garganta, una llaga en la boca o una inflamación pasajera. Sin embargo, cuando estos signos se vuelven persistentes o no mejoran con tratamiento convencional, pueden ser señales tempranas de un proceso cancerígeno. Por eso, estar atentos al cuerpo es vital para detectar a tiempo esta enfermedad.

Dolor de cuello

Dolor en la garganta o la boca que no desaparece con medicamentos ni tratamientos habituales.

• Ronquera o cambios en la voz por más de dos semanas, sin causa aparente.

• Dificultad para tragar (disfagia) o sensación de tener algo atorado constantemente.

• Llagas en la boca, lengua o encías que no cicatrizan, incluso después de varias semanas.

• Sangrado sin causa aparente en la nariz, boca o garganta.

• Bultos o masas en el cuello, que no son dolorosos pero aumentan de tamaño.

• Dolor de oído persistente, especialmente si no está relacionado con una infección.

• Mal aliento crónico, incluso con buena higiene oral.

• Entumecimiento o debilidad en alguna parte del rostro o cuello.

• Dificultad para hablar o respirar normalmente.

No todos estos síntomas indican la presencia de un cáncer, pero si persisten por más de dos o tres semanas, lo más responsable es consultar a un especialista. La diferencia entre un diagnóstico temprano y uno tardío puede marcar un cambio drástico en el pronóstico y en la calidad de vida del paciente.

¿Quiénes están en riesgo?

Aunque cualquier persona puede desarrollar esta enfermedad, existen factores que aumentan significativamente las probabilidades.

• Consumo prolongado de tabaco y alcohol.

• Infección por virus del papiloma humano (VPH).

• Exposición prolongada al sol (en el caso de labios).

• Higiene oral deficiente.

• Dietas bajas en frutas y verduras.

• Exposición a sustancias químicas o polvos industriales.

¿Desde qué edad puede aparecer?

Aunque es más común en adultos, los factores de riesgo pueden acelerar su aparición.

El cáncer de cabeza y cuello suele presentarse entre los 50 y 70 años, pero debido a la exposición temprana a factores como el VPH o el tabaquismo, se han documentado casos desde los 30 años. La detección temprana en edades menores es cada vez más relevante.

¿Cómo se detecta?

Los exámenes de diagnóstico oportuno permiten establecer un tratamiento eficaz y preservar funciones vitales.

• Examen físico completo de cabeza, cuello, boca y garganta.

• Endoscopia para evaluar áreas internas como la laringe y faringe.

• Biopsia de cualquier lesión sospechosa.

• Imágenes diagnósticas como TAC o resonancia magnética para conocer la extensión.

• En casos relacionados con VPH, se puede realizar una prueba molecular.

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¿Qué tratamientos existen?

El manejo del cáncer de cabeza y cuello requiere un abordaje multidisciplinario, personalizado según el tipo, localización y etapa del tumor.

• Cirugía oncológica especializada.

• Radioterapia, clave en tumores de garganta y laringe.

• Quimioterapia, en casos avanzados o metastásicos.

• Inmunoterapia y terapias dirigidas, en subtipos seleccionados.

• Apoyo fonoaudiológico y nutricional durante y después del tratamiento.

¿Qué especialistas tratan esta enfermedad?

El tratamiento debe ser integral y realizado por un equipo especializado, entre los que se encuentran:

• Cirujanos de cabeza y cuello.

• Oncólogos clínicos y radiólogos.

• Otorrinolaringólogos.

• Fonoaudiólogos, nutricionistas y fisioterapeutas.

• Psicooncólogos, que ayudan a manejar el impacto emocional del diagnóstico y tratamiento.

Un llamado al autocuidado desde la Clínica Astorga

La prevención comienza con la información, pero se concreta con acciones. Desde la Clínica Astorga, trabajamos cada día para acompañar a quienes enfrentan esta enfermedad y prevenirla en quienes aún pueden evitarla.

En el Día Mundial contra el Cáncer de Cabeza y Cuello, hacemos un llamado a escuchar el cuerpo, a prestar atención a síntomas persistentes y a consultar sin miedo. El cáncer de cabeza y cuello puede afectar funciones vitales y la calidad de vida, pero detectado a tiempo, es tratable. La clave está en no ignorar los síntomas y actuar pronto.

Si presentas molestias frecuentes en la boca, garganta o cuello, no esperes a que sea tarde. Agenda tu cita médica en la Clínica Astorga, donde contamos con un equipo humano especializado y la tecnología para diagnosticar y tratar a tiempo.

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