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Prevención del cáncer en acciones simples: no esperes, actúa

Actualizado: 17 nov 2024


Prevención del cáncer

Aunque un diagnóstico como el cáncer es temido por todos, la prevención de esta enfermedad sigue siendo potencialmente baja. De acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en el año 2020 un tercio de los casos —- incluso en los tipos más comunes —- pudieron haberse prevenido con seguimiento médico oportuno, incluso curado con una detección temprana.


De hecho, cada vez se acumula más evidencia de que esta, al igual que otras enfermedades crónicas, también es prevenible; y esto resulta esperanzador si quieres tomar control sobre este padecimiento y evitar que “salga de la nada”. El primer paso es poner el acento en la prevención del cáncer, el diagnóstico temprano y su tratamiento adecuado.


Prevención del cáncer: el valor de la atención primaria


Muchos profesionales de la salud se han preocupado por integrar la prevención del cáncer en la atención primaria, aún cuando acudas a ellos por dolores o malestares aparentemente comunes, como un dolor de espalda o de cabeza. Se habla entonces de las enfermedades que podrían afectar tu salud en el futuro, y de los factores de riesgo que puedes estar presentando: ¿fumas?, ¿tienes sobrepeso?, ¿familiares con cáncer?


Esas pequeñas intervenciones en la consulta para advertir sobre algún peligro, son efectivas para cambiar e identificar conductas dañinas a tiempo. Pues, contrario a lo que crees, solo el 30 % de los riesgos de presentar muchos tipos de cánceres comunes son innatos, el resto viene de cosas que pueden ser modificadas. No faltan razones para decir que esta es la primera línea de defensa para prevenir el cáncer. De haber sospecha o necesidad de control, el médico remitirá a un oncólogo especialista que seguramente sabrá qué hacer y cómo apoyarte.


Atención secundaria y diagnóstico temprano


En la atención secundaria es para identificar lesiones precancerosas y tomar medidas que eviten el progreso de anomalías malignas. Igualmente, detecta y diagnostica el cáncer en una etapa muy precoz, aún cuando no hay sospechas de él. El objetivo es ofrecerte un tratamiento temprano y mayores beneficios: esperanza, acompañamiento médico, atención oportuna, aumento de la calidad de vida, todo de la mano de especialistas oncólogos sumamente capacitados.


Como dijimos, es importante que acudas a este tipo de atención aun cuando todo esté aparentemente bien, especialmente si sumas varios factores de riesgo de esta enfermedad. JAMA Oncology sostiene que el 25 % de mujeres y el 33 % de hombres con cáncer en el 2016 pudieron haberlo evitado con un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado.


La Organización Panamericana de la Salud (OPS) sostiene que un tercio de los casos de cáncer en el año 2020 —- incluso los tipos más comunes —- pudieron ser evitados con un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado.


“A pesar de los considerables avances en las terapias contra el cáncer, (...) la detección eficaz y temprana ofrece la mejor esperanza de reducir aún más la mortalidad por esta enfermedad”, como bien lo explica Kyle J. Gu y Guojun Li en su libro Una descripción general de la prevención del cáncer.


Sabiendo esto, muchas personas con riesgo son evaluados regularmente, otros van a petición de un médico de atención primaria o por decisión propia. Recuerda que no es preciso esperar a que la patología se manifieste clínicamente para asistir a un oncólogo. Esta es también una forma importante de prevenir el cáncer.


Cómo prevenir el cáncer modificando tus hábitos


Hay suficientes estudios que respaldan la prevención de cáncer a partir de ciertos hábitos y actividades, a menudo relacionadas con cuatro áreas: el ejercicio, el control del peso, el hábito del tabaco y el alcohol. Considerando también otros de gran incidencia como el manejo del estrés, la exposición al sol y la detección temprana de anomalías.


Volviendo a los datos de JAMA Oncology, sus investigaciones determinaron que las personas con niveles saludables en todas las áreas mencionadas eran consideradas de “grupo de bajo riesgo para el cáncer” en comparación con los niveles que mostraron aquellos que no pertenecían a este grupo.


Las siguientes actividades son parte de la atención primaria y la forma más fácil que tiene el público general para cuidarse de esta anomalía. Entonces, si te preguntas cómo prevenir el cáncer modificando tus hábitos, aquí tienes cinco opciones.


1. Evita el tabaco


El tabaquismo es un factor de riesgo conocido para varios tipos de cáncer, incluso si eres fumador pasivo. Evitarlo hará que reduzcan considerablemente tu riesgo a padecerlo. De hecho, cerca del 82 % de mujeres y el 78 % con cáncer de pulmón pudieron haber evitado su diagnóstico con cambios de hábitos saludables.


2. Limita el consumo de alcohol


Existe evidencia sólida de que el consumo de alcohol está asociado con un mayor riesgo de cáncer de boca, faringe, laringe, hígado e incluso cáncer de mama, según cáncer diagnosticado con mayor frecuencia en mujeres, según la OPS.


3. Actividad física


Evitar una vida sedentaria con ejercicio físico regular puede reducir tu riesgo a varios tipos de cáncer. Lo recomendable es que hagas un mínimo de 150 minutos de ejercicio físico moderado cada semana: caminar, hacer ciclismo, bailoterapia, yoga y afines.


También puedes intentarlo con 75 minutos de ejercicio que eleva significativamente la frecuencia cardíaca y la respiración: correr o trotar, ciclismo rápido, nadar, subir escaleras, saltar la cuerda y afines.


4. Control de peso


Controlar el peso corporal es otra forma de como prevenir el cáncer de colon, próstata y otros tipos más. Es bien sabido que el sobrepeso y la obesidad contribuyen a la aparición de muchos otros diagnósticos igual de dañinos para tu salud. Cuida tu alimentación y mantén un peso proporcional a tu edad y estatura.


5. Protección contra el sol


El riesgo de cáncer de piel aumenta cuando mantienes una exposición excesiva al sol y a otras formas de radiación ultravioleta. Lo ideal es que evites las horas de mayor intensidad: 10 a. m. - 4 p. m. Igualmente, protegerse con artículos para el exterior: sombrero, lentes, camisas especiales.


6. Vacunación


La vacunación contra virus asociados con cáncer son igualmente necesarias. La del VPH (Virus del Papiloma Humano) puede prevenir el cáncer de cuello uterino y la de hepatitis B, el riesgo de cáncer de hígado.


Tratamiento oportuno y dónde encontrarlo


Reducir o controlar los síntomas y la morbilidad de un cáncer diagnosticado o de su posterior terapia para tratarlo, también es una forma de prevención.


Cuando enfrentas esta enfermedad, e incluso cuando acudes a la atención secundaria, es ideal estar acompañado de oncólogos que sepan conducirte por este camino con confianza, sabiendo que tienes especialistas con experiencia a tu lado, siguiendo tu caso para actuar según lo que necesites.


En Astorga, clínica de oncología, nos comprometemos a brindarte atención especializada y terapias de última generación para tratar cáncer de alta complejidad, bajo la calidad humana que en este momento necesitas. Estamos contigo, te apoyamos, respondemos tus preguntas y las de tus seres queridos.


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